martes, agosto 01, 2006

Un artista conceptual

Con frecuencia suelo comprarle series piratas a Maicol, cosa que si bien no me pone orgulloso, en honor a la verdad, tampoco me quita el sueño. Debo decirlo así, con honestidad brutal. Y aunque sé que hay muchos puristas del derecho de autor que ya se están tardando en escupirme los horrores de mi corrupción, lo vuelvo a decir: comprar piratería no me quita el sueño. Pero no se piense que alego esto nomás de puro cínico, no; lo alego porque tengo una buena justificación: Para mí, Maicol no es un ladrón de obra original, sino un artista que sólo la interviene o modifica para dar paso a nuevas obras de su autoría, que son las que le compro. Para defender su autenticidad, ya sería suficiente decir que él no sólo produce nuevas e interesantes portadas, todas de su invención, con guerreros espaciales y chicas semidesnudas impresas en coquetas cajitas de cartón, pero por si fuera poco, Maicol, encima, es todo un artista conceptual, una suerte de Andy Warhol pero que, en lugar de agarrar fotos célebres (Mao, Monroe, Campbell's) y alterarlas, agarra series célebres y las transforma. Pongo un ejemplo: Lost, primera temporada, episodio 22. Maicol tomó ese episodio y, pudiendo venderlo tal cual, como un ruín piratilla, mejor lo alteró, dándole su toque personal al añadirle hacia el final, tres episodios de Smallville. ¿Robó una obra o simplemente la alteró en su estética? Si él no fuera todo un artista, ¿por qué firmó absolutamente todos los episodios de Lost con un gráfico de "Producciones Star Sistem" que cada siete minutos baila en la pantalla? Otro ejemplo: La Lista de Schindler. Hacia la mitad, cuando uno vive la ira de aquellos vejámenes, la película se atora y no corre más. ¿Defecto? ¡Claro que no! Maicol lo ha hecho a propósito, seguramente como un experimento vivencial, un happening donde el espectador transporta la ira de la ficción a la ira de la realidad. Último ejemplo: The Shield, la cuarta temporada. Llevo esperándola quince días, pero Maicol me hace dar vueltas en vano y no me la entrega. ¿Quién, si no un artista, especula así con el arte? ¿Quién, si no un artista, juzga con tanto cuidado al destinatario de SU obra? Cualquier piratilla ya la tendría distribuida, pero Maicol sabe que una serie no es sólo una mercancía que se trafica, sino una obra cambiante, efímera, en la que él ha puesto tiempo, sudor y sangre, haciéndola así de su propiedad.
¿Que si me quita el sueño comprarle series piratas al Maicol? Qué madres...

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Es excelente tu positivismo en cuanto a las fallas de los piratas. Me encantaría recuperar los capítulos 23 y 24 de Lost.

12:57 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

No se trata de piratería sino de changarros, de autoempleo, de evitar la delincuencia franca y permitir a los jodidios el acceso a la cultura universal. A otro precio, se fomenta el analfabetismo.

12:59 p.m.  
Anonymous Anónimo said...

El sábado fui al cine, a ver Allegro en los cinemex que están en la Condesa, esto no tendría nada de particular si no fuera porque cuando pasaron uno de los anuncios contra la piratería la gente comenzó a silvar onda Chivas-América, y al final, cuando el spot remata "¿Qué le estás enseñando a tus hijos?" Un señor gritó "¡Pues a ahorrar, pendejo!
Firma: El Totó...

3:00 p.m.  

Publicar un comentario

<< Home