lunes, julio 03, 2006

La Derrota

Perdimos de nuevo, como en cada liguilla, como en cada mundial. Y como en cada derrota, nomás me llevo jodidos aprendizajes. ¿Caso particular? Que en el soccer como en la vida no bastan los cracks cuando no se sabe a qué se juega, pues un jugador bueno y carismático no garantiza ganar ni un partido. Me queda claro que sin un equipo sólido y confiable, en el que todos sus jugadores se la crean y tengan la camiseta bien puesta, sin un equipo con propuesta y en el que no sólo se juegue bonito sino que se juegue a algo, sólo idiotas como yo, crédulos borregos de causas perdidas, apostarán por su triunfo, confiados nomás, si acaso, en un rematador suficiente, en un diez de alguna calidad. Y por ello, como en cada liguilla, en cada mundial, hemos vuelto a perder. Sin embargo, entre tanto fracaso me queda la esperanza de un futuro donde alcanzo a ver la luz... opacona, pero luz a final de cuentas. Con autocrítica, admitiendo la derrota y revisando sus porqués, analizando los partidos, las jugadas, para corregirlas después, existe una esperanza. Hay que construir un mejor equipo, uno sólido y confiable, uno basado en su estructura y no en sus individualidades; uno que ame jugar y que al demostrarlo en los hechos, en la cancha, en la práctica, contagie su amor al aficionado. Sólo así, con un trabajo serio y dedicado, durante los próximos seis años, se podría armar un equipo lo suficientemente competitivo para aspirar al triunfo en el 2012.

Me caga haber perdido, pero más me caga que mi espíritu derrotado ocasioné que pierda su tono, éste, mi desentendido y desatendido muyneuras. Lo único que me queda es que, como débil venganza y justo desahogo por mis buenas maneras de perdedor, a partir de hoy atosigue a todos ante la menor de mis incomodidades: si el frío atiza: "¡Pinche Calderón!"; si hay escasés de cacahuates: "¡Pinche Calderón!"; si llueve fuerte pero de lado "¡Pinche Calderón!"; si la entrepierna me pica: "¡Pinche Calderón!".
Sé que es una venganza ñoña, pero es la mejor que tengo. Por otro lado, esta dinámica me hará sentir como un verdadero crítico del sistema.