miércoles, noviembre 29, 2006

Una piedra de agilidad

Hoy, como en tantas ocasiones, volví a tener el sueño recurrente que me hace despertar de mal humor. Se trata de mí enfrentándome al enemigo, en cualquiera de sus múltiples posibilidades. A veces son raterillos que se meten a la casa, a veces son terribles asaltantes, a veces policías corruptos. El punto es que yo me veo forzado a luchar contra ellos, pero mi cerebro sabotea mis ingeniosos planes (que básicamente consisten en balear al maleante). La cosa es, más o menos, así: estoy yo, pistola en mano, frente al enemigo. A la hora de los catorrazos y en mi propia mano, la pistola se torna en inofensivo jabón, dándole la oportunidad al enemigo de darme una chinga. Cuando en mi sueño la pistola se mantiene pistola, que ha llegado a ocurrir, entonces sus balas caen disparadas hacia el piso, como canicas, y el enemigo igualmente me da una chinga. Está el caso, en que la pistola se mantiene pistola, y las balas se comportan como balas, pero resulta que el maleante es ágil como un pinche cheeta y en elusiva maniobra esquiva todos mis tiros, sólo para rematar dándome una chinga.
Finalmente está la combinación maestra, donde la pistola se mantiene pistola, las balas se comportan como tales y el enemigo es una piedra de agilidad que recibe todos los plomazos. Sin embargo, y como es de esperarse, el enemigo no sólo es una piedra de agilidad, sino también una piedra de resistencia, inmune a mi ofensiva. Y me da una chinga.

He optado por volar, pero me agarran de un pie y me dan la chinga. He corrido, pero me alcanzan y me dan la chinga. He tratado de razonar con ellos, pero no entienden de razones y me dan la chinga. Los he enfrentado a puño limpio, con el mismo desenlace. Incluso he tratado de despertarme, pero ellos ríen de mi cobardía y cuando acaban en su carcajear, igualmente me dan la chinga.

Como se puede ver, no hay manera de eludir la chinga. De ahí que un día, cada dos o tres meses, despierte con un humor del carajo... ¿Alguna sugerencia?